miércoles, 8 de septiembre de 2010

Contrato Social

Fue la segunda vez que le dio el shock. Un golpe seco, profundo en el pecho.
Le atravesó el alma.
Luego de un instante, cuando el dolor desapareció se le cerro el tórax, fuerte, asfixiante, casi lo sometía de rodillas. Tuvo la sensación de no sentir nada, de ser nada. Con fuerza levanto la mirada, lo volvió a ver y volvieron los sentimientos, las preguntas. Era una mirada que buscaba respuestas a través del vidrio de la heladera de lácteos de aquel lugar. No tenia reacción, no encontraba una. Mientras seguía contando envases de leche pensaba en cuantos niños estarían muriendo por desnutrición en aquel instante, en el mismo tiempo, en distintos espacios del mundo. ¿Cuántos serian?.
El tiempo parecía perder la cuenta, desaparecer a medida que la intensidad de aquella cuenta le perforaba el cerebro.
Leche prisionera de aquella heladera.
Niños muriendo.

Sus manos se llenaban de furia, de una furia salvaje, liberadora.
¿Cuántos niños llorando por hambre? ¿Cuántas madres llorando por niños con hambre?

El tiempo ya no era percibido.

No había nada entre el y la heladera. Podría abrir aquella puerta y darle todo a los niños. Seguían las preguntas. ¿Cuántas vidas salvaría con aquella simple acción? ¿Cuántos niños dejarían de sentir hambre? ¿Cuantos niños… cuantos niños están muriendo en este momento por un sentimiento que nunca experimento?

¿Por qué no lo hacia?

Niños muriendo..
Vio al cajero. Vio a su alrededor. Por primera vez en su vida vio a su alrededor.
Le dolían los ojos, le ardían, era la primera vez que los usaba.
Tantos productos, tantos colores, tantos tamaños, tantos precios…
Era tanto, tantas cosas delante suyo, que no podía entender. Estaba tan impactado, se había estrellado.
¿Cuánto alimento había en aquel súper mercado?¿Cuanto?¡¿Cuanto?!
¡¿Por qué no hacia nada?!¡ ¿Por qué no sacaba todo el alimento que estaba siendo retenido y lo daba a quienes en este preciso momento, en este segundo se están muriendo?!¡¿Cuantos salvaría?!
No existían respuestas, no existían.
Su cabeza quería estallar, el quería estallar. Quería que todo desaparezca. Que todo sea nada.
Levanto nuevamente la mirada.
Todo estaba allí, igual. Nadie se había distraído ni siquiera un instante.

¿No les importaba?

Quería gritar con todas sus fuerzas, un grito arrasador.
No grito. Quería gritar, no lo hacia. No hizo nada.
Se volvió a quedar sin sentimientos.
Termino de pagar y se fue, camino bajo la luna de vuelta a la casa, a paso tranquilo, sin pensar, sin sentir.
Entro, cerro con llave y tiro la bolsa sobre la mesa. Sentía el cuerpo muy cansado, no se sentía mal, no se sentía.
Casi instintivamente se le ocurrió prender la televisión para distraerse un poco, pero rápidamente se deshizo de esa idea. Sabia que no iba a encontrar nada distinto, que el mundo era siempre igual, que solo había sido otro día en donde nada había cambiado, o por lo menos eso creyó el.
----------------------------------------------

Este escrito esta en fase "borrador" asi q todas las criticas son bienvenidas como siempre :)

3 comentarios:

  1. Santiago: Muy bueno. Faltará terminar pero ya tiene una tendencia. Es esa sensación de aquello que está mal, de un mercado omnipotente, de la ciudadanía del consumo, de la impotencia de quien quiere "actuar solo". Quizás el interrogante pudiera enriquecerse si el planteo fuera colectivo y las preguntas tales como ¿Porqué no actuaba? o ¿A cuántos salvaría? pudieran pronunciarse en plural, volveríamos a lo mejor de la política, las causas mayoritarias y los proyectos compartidos.
    Me encantó esa final de frase: "No se sentía mal, no se sentía". Allí radica la cuestion: volver a sentirnos partes de un todo que garantice mayores niveles de justicia social, para que los supermercados no sean solo para algunos. Un abrazo. Grillo

    ResponderEliminar
  2. Como quisiera leer esta historia con nombre y apellido.
    Me gustó... pero tiene un fuerte contenido subjetivo por parte del redactor. Se podría contar la misma historia deslindado, desde una distancia lejana. Son gustos...

    ResponderEliminar
  3. Che... querés que te ayude a mejorar la plantilla?

    ResponderEliminar